CUADERNO DE NOTAS: 2007-07-15

CUADERNO DE NOTAS

Notas sobre las Tecnologías de la Información y la Comunicación en la Educación (TICE)

julio 21, 2007

Robert Lewis

REFLEXIONES SOBRE EL ARTÍCULO DE ROBERT LEWIS
Eduardo García Teske

LEWIS, R. (2001) Grupos de trabajo en comunidades virtuales. Jornadas de la Red FREREF NTIC, UOC.

Luego de la lectura del artículo de Lewis y pensando en esta comunicación, he resuelto destacar dos elementos que me parecen interesantes, sin querer hacer reduccionismo del trabajo realizado por el autor.

1) 170 años atrás.: Lecciones aprendidas.

En el viejo café inglés se generaban dos elementos básicos: la charla de café igualaba a los sujetos a través del análisis de un objeto y construía ciudadanía a través de la experiencia compartida. Tanto el objeto de análisis como los intereses y motivaciones parecerían ser comunes. El principio que subraya Lewis es la generación del sentimiento de “confianza”. Ahora, la pregunta que correspondería hacer: es la confianza un componente esencial en una comunidad? Y en una comunidad virtual?

Creo que la respuesta a esto está dada por la afirmación de Handy “ para que haya confianza, las grandes organizaciones requieren grupos pequeños y constantes. La condición de socio puede sustituir el sentimiento de pertenencia a un lugar por el de pertenencia a una comunidad”. Este punto, se constituye como básico para las comunidades virtuales, ya que éstas se componen a través de sujetos integrados, grupos. El grupo se constituye en un generador de sentimientos, entre éstos, el de confianza entre sus miembros. Sólo quizás a partir de aquí de instituya el grupo y por ende, éste sea capaz de abordar la tarea.
En las comunidades virtuales, es necesaria la confianza? Yo creo que está demostrado que las instancias colectivas a través de la red, implican para sus miembros diferentes etapas de tránsito. Primero; la integración, segundo; la observación (lectura de materiales que se distribuyen –mensajes-), tercero; presentación y acceso al intercambio. Para acceder al intercambio o por otro lado, a la tarea, el individuo transitó previamente por un acercamiento al grupo, a su conocimiento, diríamos a la construcción de confianza. Este sentimiento promueve el de pertenencia, y éste el de asumir los elementos centrales de la tarea del mismo ( reducción de incertidumbre y de equivocidad) y acceso a lo que Lewis denomina teoría de la actividad humana: estructurada en un objetivo y en un conjunto de herramientas que conducen al logro del mismo.


2). El tiempo actual : Revolución de la información.?

Más allá del análisis de las características particulares de la misma, se pone énfasis en las estrategias que están en juego para construir en épocas y momentos de incertidumbre. La búsqueda de la eficacia (grupos eficaces) y las lecciones aprendidas, señalan que la confianza se genera a través de elementos comunes y genera nuevos elementos comunes, siendo sus ejes de acción las intenciones y las expectativas que se desarrollan a través de tres momentos: el de qué, del cómo y del hacerlo.
Para el cumplimiento de la tarea, Lewis plantea dos estrategias: la colaboración o la cooperación. Estas pueden determinar la calidad de los productos a obtener. Una estrategia cooperativa, tiene una intención individual de cooperar en la construcción de una tarea. Por su parte, la estrategia colaborativa tiene una intención grupal en la construcción aludida.

Las comunidades virtuales funcionan con ambas estrategias a partir de las zonas proximales de sus miembros. La tarea que se ha de asumir desde la “revolución de la información” está centrada en poner en juego, o generar los espacios necesarios para que una comunidad virtual sea un grupo generador de conocimiento colectivo a partir de las aportaciones de sus integrantes. Reconoce en cada sujeto un sujeto de conocimiento. Promueve que de la interacción de la experiencia individual surge la experiencia social, el conocimiento.
Para Lewis, el conocimiento (aprendizaje y trabajo) en este momento histórico, debe ser fomentado por las instituciones educativas a través de la mayor interacción posible entre los sujetos -estudiantes, profesores, tutores-, ya sea considerando la vía académica o la experiencial, procurando que la esencia de los objetivos y fines educativos se establezcan a partir de los procesos. Las TICs se constituyen en el instrumento fundamental para favorecer este principio? Es la EaD el modelo alternativo para este propósito? Constituye esto la revolución de la información?





Lesson

REFLEXIONES SOBRE EL ARTÍCULO DE JOHN DANIEL

Eduardo García Teske

DANIELS, J. (2001): Lessons from the Open University: Low-Tech Learning Often Works Best, Chronicle of Higher Education.

La lectura del artículo de Daniel plantea, los siguientes aspectos básicos:

La creciente demanda de ofertas de EaD para las instituciones de educación superior y la capacidad de estas para dar respuestas a las mismas.

Las características centrales de esas demandas y las expectativas creadas por parte de las instituciones.

Los costos de la formación en línea.

En referencia al primer punto, es claro que los números expuestos por el autor conducen a pensar en macroinstituciones, las que muchas veces no tienen entre sus metas convertirse en tales. La oferta (realizada por centros universitarios con respaldo y reconocimiento social) muchas veces resulta muy atrayente, y sin quererlo, las organizaciones se transforman en gigantes con pies de barro (como mencionaba Bou).

Si bien esto es, desde una mirada externa, beneficioso, no deja de ser un problema que se instala en lo interno, básicamente centrado en la capacidad de respuesta que debe tener la institución a la demanda existente.

Para las instituciones parecería que el “éxito” se centrara en la matriculación o en el número de inscriptos en la mismos (es un buen indicador), pero esto necesariamente se transforma en un problema desde la perspectiva del seguimiento de los cursos y el mantenimiento de la calidad académica. Por lo tanto, el criterio de masividad debería corresponderse con el de oportunidad de la oferta y éste unirse con el de relevancia y calidad de la misma.

Consideremos aquí el punto dos, o sea las características de las demandas y el nivel de usabilidad, que ya hemos leído sobre él. Deja claro el autor que la mayoría de las actividades se centran en gestión administrativa, consultas y elementos de curiosidad sobre las características del soporte utilizado; y que a la hora de tomar en serio lo académico, el alumno requiere material impreso, bibliografía específica y manejo de materiales concretos que pueda manipular, leer, marcar, tachar, etc. Las mayores demandas al respecto se centran en la solicitud expresa por parte de los alumnos de asegurar su rendimiento académico y su aprendizaje real.

El tercer elemento que va unido al anterior es que sencillamente los costes globales de la oferta educativa disminuyen por parte de la universidad, ya que sólo en impresos, y en atención a los números, existiría un ahorro importante, que podría transferirse a otros aspectos que surgen como necesarios, o son demandados como tales por parte de los usuarios, como ser: la contratación de mayor personal, tutores para el seguimiento académico de los cursos, etc.

Todo ello permite pensar que si bien la oferta educativa a través de la modalidad a distancia o en línea puede llegar (y llega) a ser masiva facilitando para ambos actores (universidades y usuarios) el conjunto de mecanismos de regulación administrativa y de tramitación académica, (evidentemente disminuyendo costos –tiempos de gestión y recursos humanos encargados de la misma-), no asegura para los usuarios calidad de la oferta desde lo académico, los cuales exigen una mayor seguridad para su formación.
Un elemento que parecería interesante analizar es si todas las generaciones hasta este momento no estamos formados dentro de prácticas educativas concretas, dentro del aula, en situación de procesos de construcción de conocimientos a partir de lo concreto, y de los cuales no podemos desprendernos. Cuáles son nuestras estrategias de aprendizaje? Cómo las hemos construido? Estamos preparados para sustituirlas de acuerdo a la oferta actual?

Es importante señalar que lo planteado por Daniel no es más que una contrastación empírica de determinados supuestos, entre ellos, que el aprendizaje de los sujetos va unido indisolublemente a las estrategias que pone en juego para aprender. Pensar en cursos virtuales no es un elemento fácil, pues exige entre muchas cosas, brindar las oportunidades al usuario de construir su propio conocimiento y esto solamente es posible, a partir de la construcción de estrategias de aprendizaje adaptativas de la modalidad en cuestión.

Por último, creo que se ratifica en este artículo lo que ya plantee con respecto a Bou, el encantamiento y la ruptura conduce a lo crítico y esto implica para cualquier usuario individualizarse como sujeto que aprende y por tanto comenzar a exigir niveles de relevancia y calidad en la tarea que emprende.








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